Ciencias de la Educación

28 de noviembre de 2017

Los “puntos de entrada”, una aplicación práctica de la teoría de las Inteligencias Múltiples en la clase de Ciencias Sociales

Cuando Howard Gardner desarrolló la teoría de las Inteligencias Múltiples en la década de los ochentas esperaba que fuera un aporte al campo de la psicología más que al educativo y se sorprendió de cómo los profesores se la iban apropiando y aplicándola a sus clases, muchas veces de manera desafortunada

Alejandro González Celia

Cuando Howard Gardner desarrolló la teoría de las Inteligencias Múltiples en la década de los ochentas esperaba que fuera un aporte al campo de la psicología más que al educativo y se sorprendió de cómo los profesores se la iban apropiando y aplicándola a sus clases, muchas veces de manera desafortunada (Baum, Viens, Slatin, 2005).  

Este no es el espacio para explicar la teoría de las Inteligencias Múltiples, que en resumidas cuentas cuestionó 

seriamente la validez de determinar la inteligencia de un individuo separándolo de su entorno natural de aprendizaje y pidiéndole que realice tareas que nunca ha hecho antes (y que, probablemente, nunca volverá a hacer si se puede elegir).  (Armstrong, 2006, p. 18).  

Tampoco es el lugar para cuestionar cómo la enseñanza tradicional ha desconocido la variedad de inteligencias que existen (Gardner ha identificado ocho) para privilegiar el aprendizaje de matemáticas y lenguaje descuidando áreas tan importantes como el arte o el desarrollo de habilidades físicas.

En este espacio pretendo, más bien, presentar una aplicación práctica y concreta de la teoría para la enseñanza de ciencias sociales: “Los puntos de entrada”. La idea fundamental que la sustenta se puede resumir diciendo que todos los temas (tópicos) que se estudian son como una habitación con distintas puertas de acceso, es decir que tienen distintos “puntos de entrada”. La propuesta contempla siete puntos de entrada distintos desde los que se puede explorar y comprender las ideas centrales de cualquier tema (Baum, Viens, Slatin, 2005):

  • Narrativo, usa una historia o una narración sobre el concepto en cuestión e involucra a los estudiantes en experiencias narrativas.
  • Cuantitativo-numérico, invoca los aspectos numéricos de un tópico y se aproxima al concepto a través de consideraciones numéricas.
  • Lógico, examina las relacionas e implicaciones lógicas del tópico y aplica el proceso deductivo de razonamiento.
  • Fundacional o existencial, enfatiza los aspectos filosóficos del concepto enfocándose en las “grandes preguntas”.
  • Estético, enfatiza aspectos sensoriales del tópico que involucran el uso de estrategias de aprendizaje que invitan al estudiante a apelar a su sentido artístico.
  • Experiencial, centra la atención en los aspectos “manuales” del tópico. involucra la experimentación, la recreación y la elaboración de productos.
  • Social, examina las experiencias sociales que se involucran en el tópico y usa aproximaciones colaborativas e introspectivas como experiencias de aprendizaje.

A continuación algunas ideas que pueden ser aplicadas por los profesores de ciencias sociales para usar esta idea en su salón, sobra decir que el uso de las distintas estrategias didácticas deben estar adecuadas a los estudiantes con que se trabaja, de la misma forma los ejemplos no son una lista exhaustiva.

  • Narrativo, este punto de entrada se puede acceder presentando a los estudiantes novelas o relatos relacionados con el tema, pedirles que escriban diarios o cartas como si fueran personajes de la época histórica que se está estudiando, incluso pedirles que analicen las películas que se han hecho sobre hechos históricos, que comparen el relato de la película con lo que dicen las fuentes.
  • Cuantitativo-numérico, se pueden medir distancias, relacionar estadísticas, analizar gráficas, calcular los presupuestos ¿alguna vez se ha puesto a calcular con sus estudiantes cuánto pudo haber costado la campaña de independencia?
  • Lógico, aquí es muy importante el uso de organizadores gráficos que permitan relacionar un concepto con otro, haga que sus estudiantes realicen mapas conceptuales, mapas mentales, líneas del tiempo, tablas comparativas, aléjese de las transcripciones y anime a los estudiantes a usar distintas formas de expresar las conexiones entre los hechos históricos, los lugares donde ocurrieron y los grupos sociales que participaron en ellos.
  • Fundacional o existencial, lleve a sus estudiantes a reflexionar sobre las cuestiones esenciales de los fenómenos sociales que se estudian: ¿por qué surgen personajes como Hitler? ¿Qué implicaciones éticas tiene la apertura o cierre de fronteras a los inmigrantes por parte de países desarrollados? ¿qué posiciones tienen sus estudiantes ante hechos como la adopción homoparental, la legalización de las drogas o el aborto? Puede invitar a los estudiantes a escribir ensayos, a comparar puntos de vista de intelectuales y filósofos para crear el propio.
  • Estético, la expresión artística ha sido parte fundamental de la evolución humana y ha acompañado al desarrollo de la historia a la apropiación de los espacios y a la definición de ciudadanía.  Se puede estudiar la revolución mexicana a partir de los murales de Rivera, o analizar las pinturas de los reyes y virreyes, hacer un estudio de los jeroglíficos egipcios o la iconografía revolucionaria que surge de la imagen del Che Guevara.  También se puede estudiar la música o la escultura de distintas culturas o periodos históricos lo cual nos brinda mucha información sobre los fenómenos que estudiamos en nuestra clase.
  • Experiencial, ponga a sus estudiantes a hacer cosas, por ejemplo, tallar piedras para comprender la tecnología del neolítico, o a recrear los debates entre centralistas y federalistas, hacer un mapa puede ser una experiencia muy enriquecedora si se acompaña de una buena descripción del espacio representado.  Los estudiantes pueden tomar fotografías para registrar su realidad o reflexionar sobre conceptos “difíciles” (un día les pedí a mis estudiantes que fotografiaran la “libertad” y fue uno de los ejercicios más enriquecedores que he hecho en el aula).
  • Social, incluye el trabajo en grupo que es fundamental para el aprendizaje.  Puede pedir a los estudiantes que hagan una pequeña obra o exposición sobre algún hecho que está estudiando, organizar una campaña de concientización ambiental (junto a los profes de español y ciencias), incluso organizar una fiesta o un paseo ayudará al estudiante a desarrollar habilidades que finalmente se traducirá en competencias ciudadanas.

Como se puede dar cuenta la idea es proponer actividades estructuradas que permitan a los alumnos acercarse a los temas estudiados en la clase de sociales desde aquellos elementos que les son más interesantes, accesibles o sugerentes, con el fin de respetar la esencia educativa de la teoría que en palabras de Gardner:

consiste en respetar las múltiples diferencias entre las personas, las numerosas variaciones en cuanto a sus métodos de aprendizaje, los diversos modos para evaluarlos y el número casi infinito de maneras en que pueden dejar su huella en el mundo. (Gardner, 2006).

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Referencias

  • ARMSTRONG, T. (2006). Inteligencias múltiples en el aula. Paidos Educador, Madrid.
  • GARDNER, H. Prólogo. En ARMSTRONG, T. (2006). Inteligencias múltiples en el aula. Paidos Educador, Madrid.
  • BAUM, S., VIENS, J. SLATIN, B. (2005.) Multiple Intelligences in the elementary classroom. Teachers College Press, USA.