14 de diciembre de 2021
Consecuencias de la educación virtual en el aprendizaje de los alumnos de básica primaria
Flavio Vásquez Camacho.
Hablar de las consecuencias que puede originar la educación virtual y a distancia en el aprendizaje de los estudiantes no es un hecho reciente. Sin embargo, la pandemia generada por el COVID19 obligó a prestar especial atención al cambio repentino de los modos de interacción e interactividad[1] a los que estaban acostumbrados los docentes, los alumnos y estos con los contenidos. Precisamente estas relaciones son las que permiten evidenciar las posibles consecuencias en el aprendizaje derivadas de los entornos virtuales. Moore (1989) menciona que “la interactividad ha sido un concepto central en el análisis de los procesos de aprendizaje en entornos a distancia y en línea” (p.1). [A1] En este documento trataré las consecuencias que se derivan de estos modos de relacionarse y cómo estas son más evidentes en los niños de básica primaria.
Interacción alumno-docente
Hannafin (1989) plantea que el ritmo, la confirmación, la elaboración, la investigación y navegación son las funciones que se deben considerar para los contextos educativos mediados. En el caso particular de los niños de básica [A2] [A3] primaria el ritmo y la confirmación se ven especialmente afectadas por la mediación virtual, contrario a lo que sucede en la modalidad presencial, donde el docente se encuentra de frente con el estudiante y esto le permite conocer de inmediato el estado anímico, disposición para la enseñanza y el lenguaje corporal hacia los contenidos que se presentan, entre otros. De esta manera, el docente puede controlar el ritmoen que presenta los temas; y de los alumnos recibe una inmediata confirmación de la manera como se desarrolla la clase. Pero cuando esta relación esta mediada por un equipo de cómputo, se pierde la calidad en la misma como producto del distanciamiento que establece el entorno virtual, mientras que al docente se le hace más difícil leer las conductas de sus estudiantes.
Otro factor que influye en los alumnos más pequeños es que, adicional al equipo de cómputo, necesitan de un adulto que haga las veces de intermediario docente–niño, debido a que, a tan temprana edad, no cuenta con las habilidades necesarias para interactuar con la tecnología. Por lo tanto, la persona que acompaña, a pesar de tener gran voluntad para colaborar con el proceso educativo, en algunas ocasiones se presenta como un obstáculo entre el docente, el estudiante y el objeto de conocimiento, ya sea porque facilita en extremo el avance de las actividades impidiendo el libre desarrollo del aprendizaje o porque desconoce la tecnología y no puede acompañar correctamente.
Interactividad docente-contenido
Brand (2000) menciona que “los principales problemas de investigación relacionados con la interacción profesor-contenido giran en torno a la carga de trabajo, los conjuntos de habilidades cambiantes, los derechos de autor y la relación contenciosa entre la enseñanza y la investigación” (p. 45).[A4]
Si nos remitimos a la educación básica primaria observamos que los factores que más dificultades traen a los docentes en el momento de interactuar con los contenidos son: las habilidades digitales requeridas para diseñar los materiales didácticos; los derechos de autor cuando se crea o se hace uso de materiales digitales de otros; y la sobrecarga laboral generada por el tiempo que se debe emplear para la construcción de dichos materiales.
Estos factores impactan directamente los procesos de aprendizaje. Por ejemplo, un docente que desconoce cómo elaborar material didáctico digital, va a cometer varios errores hasta que consiga hacerlo bien, ya que la preparación de los contenidos virtuales requiere de una experiencia específica en el campo.
Asimismo, se deben considerar otras variables diferentes a las de la educación presencial, por ejemplo, la interactividad que el estudiante va a tener con los materiales que se preparen, los espacios de participación para los estudiantes, la interacción entre estudiantes en la virtualidad y la navegabilidad de los contenidos. Todas ellas hacen un poco más complicado medir si la manera como se presenta el contenido facilita o no el aprendizaje.
Estas son algunas de las interacciones e interactividades que se pueden presentar en la educación virtual, sin que esto signifique que no se puedan contemplar otras como: la interacción estudiante–contenido, estudiante–estudiante, profesor–profesor y contenido-contenido que en su momento pueden enriquecer la discusión.
Lo que podemos concluir es que existen algunas interacciones e interactividades que, de acuerdo con el rango de edad de los estudiantes, pueden generar problemáticas en el aprendizaje más complejas en los entornos virtuales, que no se contemplaron en un principio debido a la urgencia con la que se aplicaron las medidas para el control del COVID19, y que van a cobrar mucha importancia a la hora de evaluar los rezagos académicos que nos dejó la pandemia.
Referencias
Brand, M. (2000). Changing faculty roles in research universities: Using the Pathways Strategy. Change, 42-45.
Hannafin, M. (1989). Interaction strategies and emerging instructional Technologies: Psychological perspectivas. Canadian Journal of Education Comunication, 167-179.
Moore, M. (1989). Three types of interaction. American Journal of Distance Education, 1–6.
Wagner, E. (1994). In support of a functional definition of interaction. American Journal of Distance Education, 6-26.
[1]Wagner (1994), intentó resolver la cuestión de si la interacción abarca la comunicación con los no humanos trazando una distinción aguda y cualitativa entre el término interacción, que conserva para las relaciones comunicativas entre los seres humanos, y la interactividad, que utiliza para referirse a la comunicación actualmente más limitada entre humanos y máquinas.
[A1]Página?
[A2]En el pie de página, ¿es una paráfrasis? O ¿es una cita textual? Revisa, por favor.
[A3]Es un parafraseo
[A4](p. 45)