20 de febrero de 2017
Bogotá se mueve al ritmo de los libros
Es gratificante ver las muchas iniciativas en Bogotá que se preocupan por la lectura. Hacer de Colombia un país lector, capaz de transformarse a través de la lectura, es tarea de todos. Es por esto que Henry Delgado, creador y líder de “Lectura en movimiento”, nos cuenta de este sueño que empezó hacer 6 meses
Es gratificante ver las muchas iniciativas en Bogotá que se preocupan por la lectura. Hacer de Colombia un país lector, capaz de transformarse a través de la lectura, es tarea de todos. Es por esto que Henry Delgado, creador y líder de “Lectura en movimiento”, nos cuenta de este sueño que empezó hacer 6 meses
Henry Delgado
“LECTURA EN MOVIMIENTO nace como un sueño, un capricho de un grupo diverso de personas de todos los tamaños, colores, sabores y formas de pensar. Nos parecemos en que para todos nosotros, los libros se han encargado de mover nuestra vida en diferentes momentos y circunstancias. Entendemos que la lectura no es cosa de hacer tareas ni de cumplir compromisos académicos. Identificamos el acto lector como un ejercicio gratificante para la vida, para formarnos como ciudadanos del mundo, para entender a los demás, para aprender a tolerarnos unos a otros, y sobre todo, para divertirnos y de paso, eventualmente, convertirnos en mejores seres humanos.
No creemos que el único sitio para formar lectores sea un aula de clase o una biblioteca. Estamos convencidos que este ejercicio implica un diálogo que va más allá de las paredes de las instituciones. Por eso estamos aquí, convencidos de que la lectura tiene el poder de mover, de transformar, de gestar grandes cambios.
Proponemos eventos no convencionales, ideas audaces que causan gran impacto y que invitan a la gente a leer. Y como nos gusta tanto la palabra “movimiento”, escogimos tres dinámicas, tres espacios que merecen ser acompañados por el placer de leer: viajar en bus, caminar la ciudad y mecernos en una hamaca.
VIAJAR EN BUS: Nos pareció bonito rendirle homenaje a Bogotá en su cumpleaños, el 6 de agosto del 2016. Cumplimos nuestro sueño de ver ese día buses llenos de gente leyendo. Ese día invitamos a los bogotanos a sacar los libros al sol, a desempolvar sus bibliotecas, airear esos libros que metidos en un estante no hacen más que guardar polvo. Nos metimos a los buses, nos sentamos a leer, entregamos libros a la gente y los acompañamos en algunos tramos de sus recorridos. La gente nos recibía con sorpresa y luego con una sonrisa, con agradecimiento. Ese fue el inicio. Desde ese día hemos seguido saliendo a los buses, a veces entre semana, en las tardes, los domingos… Nuestro horario de trabajo es “cuando los voluntarios tengan tiempo”.
CAMINAR LA CIUDAD: Caminar y leer, leer y caminar. ¿se puede hacer? Definitivamente, sí. Ya lo hemos ensayado con estudiantes del Colegio Colombo Hebreo que se unió a nuestra causa (hasta camisetas nos regalaron). El saldo del ejercicio ha sido: cien por ciento de estudiantes contentos con lo que leen, cero lectores accidentados, dos tropezones y uno que otro chisme en plena caminata. Vamos a llevar esta experiencia a la calle. Debe ser impactante que una persona desprevenida por la séptima, de pronto se encuentre con 100 o 500 personas que caminan lento mientras leen. Esas personas meten la mano a su mochila y le alcanzan un libro a ese transeúnte para que se una al ejercicio. Bonito, ¿no?
DÉJATE MECER POR LA PALABRAS: De igual manera, en el Colombo Hebreo, iniciamos con las jornadas de hamacas (deliciosa idea). Leer en hamaca es un placer que todos conocemos pero que poco practicamos. Vamos a llevar esta idea al parque de los novios. Cada uno lleva su hamaca (se puede en pareja), la guinda entre dos árboles y a leer se dijo. ¿Y quienes no tengan hamaca? Llevarán una cobija para calentar su lectura, un cojín, un poncho, en fin… Ya nos ocuparemos de escribir, muy al estilo Cortázar, un manual de instrucciones, sobre cómo leer viajando en Transmilenio, caminando por la calle o meciéndose en una hamaca.
Hay más ideas. Queremos poner rincones de lectura en las iglesias del centro. Imagínense que el turista, el feligrés o cualquier despistado entre a una iglesia y encuentre libros en ese lugar. ¿Raro, no? Pero no serán biblias, misales u oracionales; aquí van a encontrar cuentos, novelas, revistas, cómics, etc… Esos materiales son para prestar y devolver.
Además, vamos a hacer ferias de lectura de cuentos y rincones de lectura por la séptima, queremos poner mecedoras en la plaza de Bolívar para que la gente se siente a leer, vamos a leer cuentos y poemas desde los balcones de La Candelaria, a repartir libros en los bancos, en el aeropuerto, en las salas de espera de los hospitales, sitios donde la gente se aburre en esas esperas eternas. Obviamente, las jornadas en Transmilenio van a seguir. Así que no se les haga raro que en algunos de estos lugares “inapropiados” para leer, se aparezca alguien con la camiseta de Lectura en Movimiento a ofrecerles un buen libro para acompañar sus horas de tedio.
Nos pueden buscar en Facebook como LECTURA EN MOVIMIENTO BOGOTÁ. Este es el link https://www.facebook.com/groups/1708535492745108/?fref=ts
Los que quieran, pueden hacer parte del grupo y agregar a todos sus contactos para que esto crezca a buen ritmo como ha ido creciendo. Necesitamos muchos voluntarios!!!!