Ciencias de la Educación

13 de noviembre de 2020

Desigualdad social como resultado del capitalismo rampante

Andrés Novoa Martínez

Introducción

Este artículo analiza la dinámica del desarrollo de la educación y su impacto, de acuerdo con los autores Callinicos y Cohen (2014). El desarrollo de la educación es un elemento referencial del proceso de formación de capital social y humano que resultan fundamentales para la productividad, capitalización económica – financiera y para la generación de las condiciones sociales que posibilitan la dinámica del desarrollo en nuestra sociedad y en estas dos últimas décadas de capitalismo salvaje.

Planteamiento de la hipótesis

Cómo ha crecido en las últimas dos décadas la brecha de desigualdad con respecto a una educación de calidad, permeada por las transformaciones del capitalismo en términos de justicia social.

Desarrollo argumentativo

Se busca presentar con el siguiente texto de análisis, una postura en cuanto a educación se refiere, centrada en los referentes económicos y más en el capitalismo desbordante que plantea el desarrollo de una sociedad moderna y la cual, debe entenderse desde una perspectiva integral educativa y sustentable. Además, de incluir la definición de educación integral y sostenible como referentes explícitos de inequidad y desigualdad económica; aspectos que son permeados en nuestra sociedad (América Latina) por condiciones sociopolíticas notoriamente desfavorables. Reafirma la apreciación que se tiene sobre los países llamados del “primer mundo” en este campo, ya que se considera que los países desarrollados lo son por sus niveles de escolaridad, y que una elevada escolaridad no es propiamente el resultado del desarrollo extrínseco sino por un antecedente social de condición histórica favorable.

Callinicos (2003) afirma que: “el acceso a la riqueza y la educación está distribuido muy desigualmente; la inestabilidad económica y la continua reestructuración de las corporaciones tienen por consecuencia el hecho de que la inseguridad impregne permanentemente al mercado” (p. 267). Queda por añadir que en nuestra sociedad la inestabilidad de las economías junto con el sucesivo cambio de las corporaciones ha afectado negativamente el libre movimiento del mercado y por ende al capitalismo mismo.

Notemos que si la mayoría de los ciudadanos es gente de escasos recursos y que no han tenido acceso a una educación de calidad; por ende, no están inmersos en la dinámica del libre mercado; se ven inequívocamente abocados a una informalidad laboral. Esta informalidad afecta dicha economía sesgando principios de igualdad y equidad, objetivos de un aparente “capitalismo”, subyugándose a no tener una vida de bienestar, no sólo para ellos sino para sus familias, obteniendo poca educación para sus hijos, bajos ingresos y un muy bajo nivel de accesibilidad a la atención en salud. Queda decir que, es crítico pensar en la palabra “inseguridad” en términos de economía social, ya que sin seguridad y estabilidad laboral-social no se puede pretender proyectar una mejor sociedad y ni siquiera en un futuro cercano con distribución óptima de los recursos para todos y todas.

La brecha entre ricos y pobres también está aumentando en el mundo cada vez más en las economías avanzadas y sobre todo en estos últimos 40 años; una muestra de ello, son los catorce millones de personas del Reino Unido, una cuarta parte de la población está actualmente clasificada como pobres, frente a los cuatro millones que había en 1979.  Sin embargo, Callinicos (2003) ofrece una concepción de igualdad más amplia y neutral: igualdad de acceso a las ventajas, donde la noción de “ventaja” es entendida como “una colección heterogénea de estados deseables de la persona, que no se pueden reducir ni a paquetes de recursos ni a su nivel de bienestar” (p. 269).

Este autor muestra una visión más amplia y neutral que se puede llegar a develar consecuente al concepto de igualdad y de acceso a las “ventajas” y desde nuestra perspectiva se afirma que en cuánto más nos referirnos a esas “ventajas” en términos de educación; es decir, ventajas en cuanto a cobertura, infraestructura, mobiliario, aseguramiento de la calidad, inclusión, capacitación docente y administrativa, entre otros, más grande será la visión permeada de apropiación en cuanto a acceso e igualdad.

Con lo anterior, se aclara que la noción de ventaja es el estado deseable de la persona que es a lo que supone, el proyecto de vida; el cual, la persona quiere o pretende alcanzar y la sociedad quisiera lograr. Y no es “ventaja” como muchos de los gobiernos pretenden ofrecer como “paquetes de recursos” que a la postre, tienden a ser temporales, irrisorios y poco efectivos.

Cohen (2014) sostiene que hay tres motivos que le aportan al capitalismo favorablemente:

Tres de esos motivos ocupan un lugar predominante en el discurso ideológico del actual gobierno y sus partidarios, que defienden el régimen de la propiedad privada sobre la base que estimula la producción, salvaguarda la libertad y se ajusta a los principios de justicia. Los conoceremos como argumento económico, argumento de la libertad y argumento de la justicia. (p. 29)

Es interesante como Cohen (2014) aborda estos tres elementos base del capitalismo para propender su existencia y que a la postre su realidad es otra:

  1. Argumento económico. La propiedad privada impone sus condiciones con un claro talante de productividad y de beneficio incluyendo a los más pobres dentro de una economía de mercado. Sin embargo, las ganancias tienden acumularse en pocas manos y estos pocos son los que al final terminan de aprovechar los altos puestos para disfrutar de toda la riqueza; más aún, se detiene el emprendimiento y la creatividad tanto en empresarios como en inversores, perjudicando claramente la inversión de los recursos a todo el sector público y privado.
  2. Argumento de libertad. Busca el bienestar de todos con resultados favorables, pero se tiende a caer en la desviación del libre mercado y esto genera una seria amenaza a la propia libertad.
  3. Argumento de justicia. Se busca la equidad para todos haciendo pertenecer la propiedad privada a sus dueños, pero se grava impositivamente en beneficio de quienes no la poseen incidiendo claramente en lo moral.

Es aquí, en la versión más expresa del capitalismo rampante, donde los argumentos de economía, de libertad y de justicia social carecen de total validez en nuestros días, por su muy poca ductilidad en equidad, igualdad y apropiación social, estatal y gubernamental.

 

Conclusiones

Con los autores referenciados Callinicos (2003) y Cohen (2014) se llegan a las siguientes conclusiones en cuanto a la hipótesis planteada:

– El aumento de desigualdad en los últimos años ha repercutido notoriamente en el incremento de la brecha de injusticia económico y social.

– Cada vez es más grande la brecha de acceso a buenas oportunidades educativas y a la postre, laborales entre los “pudientes” (hijos de los adinerados) y aquellos que tienen escasos recursos (pobres).

– Sólo una sociedad socialista, organizada con objetivos claros de un modelo democrático y descentralizado, puede realizar de alguna manera el ideal de igualdad no sólo en educación, sino en todo el espectro educativo, económico y social.

– Se incrementan las contradicciones y las fricciones en el mundo capitalista; subyace en ella una dimensión autoritaria, cualquier intento serio de aumentar la igualdad social entrará en conflicto inmediato con la lógica del sistema económico capitalista.

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Referencias

Callinico, A. (2003). Igualdad y capitalismo. Madrid, España: Siglo XXI Editores.

Cohen, G. A. (2014). Por una vuelta al socialismo o como el capitalismo nos hace menos libres. 1ª ed. Buenos Aires, Argentina: Derecho y política (dirigida por Roberto Gargarella y Paola Bergallo).