Educación entre pares: una respuesta para afrontar los desafíos que surgieron en el pregrado durante la coyuntura de la pandemia

Samuel David Castillo Galeano

El Programa de Apoyo Académico (PAA) de la Facultad de Comunicación Social – Periodismo de la Universidad Externado de Colombia lleva más de 10 años trabajando por el aumento de los índices de retención estudiantil. Su propuesta pedagógica está basada en la tutoría entre pares (peer to peer education) y en el acompañamiento académico y emocional de los estudiantes de la Facultad de Comunicación y trabaja desde y para el desarrollo de competencias. Sumado a lo anterior, el PAA facilita la adaptación a la Universidad para los primerizos, fomenta el trabajo colaborativo entre estudiantes, cuestiona la educación tradicional, estimula la formación docente y mantiene un seguimiento a estudiantes becarios o de poblaciones especiales. Por lo tanto, permite que el estudiante se sienta reconocido como individuo. El PAA evidencia que en la acción tutorial se manifiesta la fascinación por el crecimiento del otro (Van Manen, 1998) puesto que la principal motivación de los tutores es la de aportar en el desarrollo académico y personal del estudiante.

El PAA trabaja en red con la Decanatura y la Coordinación académica de la Facultad de Comunicación. Actualmente está integrado 18 monitores y 10 tutores. Estos dos grupos de estudiantes se caracterizan por su inteligencia emocional y su alto nivel académico dentro del pregrado. Una vez que ha terminado el proceso de selección, se definen los grupos y se ofrecen capacitaciones en pedagogía y en el manejo de casos emocionales. Este proceso de formación es muy importante debido a que van a desempeñar el rol de compañeros tutores (Álvarez y González, 2005). Esta preparación otorga herramientas académicas y emocionales necesarias para asumir los desafíos que se presentan en la vida cotidiana del estudiante.

El PAA está basado en el desarrollo de la autonomía y el pensamiento crítico, dos pilares fundamentales de la Universidad. El desarrollo de la autonomía comprende estrategias pedagógicas que implican la confrontación social, el reconocimiento del otro (Saab, 2014) y la toma de decisiones en la cotidianidad (Cardozo-Ortíz, 2011).  En el PAA, los monitores son mediadores que invitan a los tutorandos a utilizar sus propios recursos de manera creativa y a resolver sus propias situaciones académicas.

Acontecimiento-Pandemia

La coyuntura creada por la pandemia llevó a replantear la forma en que se llevaron a cabo las clases. El PAA afrontó esa transición vertiginosa de forma inmediata. Desde la Decanatura y la Coordinación del PAA surgió la idea de iniciar “Clubes Lúdicos” que aportaran sobre el desarrollo de competencias sociales y crearan atmósferas donde los estudiantes conversaran, compartieran experiencias e identificaran emociones. La capacidad de liderazgo, la empatía para el trabajo en equipo, la capacidad de escucha y la capacidad de comunicación asertiva fueron algunas de las habilidades blandas que se tuvieron en cuenta. Se pueden destacar las habilidades en comunicación asertiva, en escucha activa y resolución de conflictos, como habilidades blandas que monitores y tutores aplican a diario en el ejercicio de su labor pedagógica. La llegada de la pandemia en el primer semestre de 2020 causó mucha preocupación porque los estudiantes carecían de motivación para asistir a clases y cumplir con sus deberes académicos. Algunos de ellos entraron en crisis emocionales a raíz del encierro y la difícil situación que se vivía a nivel global; cuestionaban el sentido de estudiar a través de una pantalla y anhelaban con ansia regresar a la presencialidad que les permitía socializar con sus compañeros y disfrutar de los beneficios que otorga la Universidad.

Los Clubes Lúdicos fueron un éxito rotundo. En ese momento, los representantes del Consejo Estudiantil de Programa (CEP) de la Facultad se integran al PAA. De tal forma, los representantes y los monitores lideraron 14 Clubes lúdicos en los que se abordaron diferentes temáticas extracurriculares, así: club de lectura, improvisación teatral, manejo de la voz, cine y productos culturales, videojuegos en línea, pintura y diseño gráfico, yoga, zumba y manejo terapéutico de las emociones. Los clubes estuvieron abiertos para los estudiantes de toda la Universidad. Se caracterizaron por ser espacios amenos y agradables donde se podía aprender jugando. Durante el primer periodo del 2020, representaron un alivio para los estudiantes que querían hablar entre ellos sobre lo que les preocupaba de las circunstancias que afrontaban. Además, fueron replicados por otros departamentos de la Universidad.

La intervención de los monitores y tutores se concentró en contribuir a la solución de las problemáticas que se presentaron por la coyuntura adversa de la pandemia.

Proceso de inducción

Otro aporte significativo de parte de la Decanatura, la Coordinación académica y el PAA durante la pandemia fue la renovación del proceso de inducción a estudiantes primerizos. El espacio institucional tradicional se transformó en una estrategia de acompañamiento por la situación de virtualidad y la ausencia de una adecuada sociabilidad en la que ingresaban los estudiantes a la Facultad. Se convirtió en una semana lúdica, compuesta por talleres creados y liderados por los monitores del PAA, construidos a partir del modelo pedagógico de competencias. La propuesta sorprendió por su innovación y su recepción en los estudiantes primerizos desde el segundo periodo del 2020. Hasta la fecha se han elaborado talleres de escritura creativa, de radio, de audiovisual, de historia, de danza, de diseño e ilustración, de marketing, entre otros. La semana inicia con la asignación de monitores a cada uno de los estudiantes y cierra con una jornada de integración en la que se muestran los mejores trabajos elaborados durante la semana.

Los testimonios de los estudiantes en esa jornada de integración fueron muy positivos. Resaltaron la creatividad de los monitores, la calidad de los talleres y la forma lúdica en que se les capacitó para afrontar su primer semestre. En síntesis, los estudiantes manifestaron estar satisfechos y complacidos, elementos que contribuyeron a generar sentido de pertenencia, asunto sensible para la retención estudiantil.

Conclusión

En el PAA de la Facultad, tanto el monitor como el tutorando, se ven beneficiados. A medida que el monitor se prepara para dictar las tutorías y mejora la forma de dialogar con el tutorando, genera al mismo tiempo, una retroalimentación de su conocimiento previo y de la forma de transmitirlo. Para el tutorando, la experiencia del trabajo colaborativo entre pares permite el ritmo adecuado de aprendizaje y la exploración de diferentes metodologías pertinentes y adaptadas a la educación superior.

En la evaluación de monitores, los estudiantes expresaron frases como: “es una gran ayuda, en especial para estudiantes de primer semestre, ya que les ayudan a llenar vacíos”. En cuanto a la dificultad de adaptarse a la exigencia académica de la Universidad los estudiantes dijeron: “me ayudó a orientarme en temas de redacción y escritura”. Para las competencias académicas específicas de la carrera manifestaron: “los monitores logran ser un apoyo, muestran el camino más fácil para resolver ciertos temas académicos, es muy valioso el tiempo que destinan a los estudiantes, demuestran la importancia del servicio”.

Bibliografía

Álvarez Pérez, P. R., & González Afonso, M. C. (2005). La tutoría entre iguales y la orientación universitaria. Educar 36, 107 – 128.

Cardozo-Ortiz, C. E. (2011). Tutoría entre pares como una estrategia. Educación y educadores, 14(2), 309 – 325.

Freire, P. (1996). Pedagogía de la autonomía. Paz e terra.

Saab Monroy, A. (2014). Programa de acompañamiento académico. Universidad Externado de Colombia.

Vila Merino, E. S. (2019). Repensar la relación educativa desde la pedagogía de la alteridad. Teoría de la Educación. Revista Interuniversitaria, 31(2), 177 – 196.

Zarifnejad, G., Mirhaghi, A., & Rajabpoor, M. (2018). Does peer education increase academic achievment in first year students? A mixed – method study. Journal of Peer Learning, 11, 89 – 98.