Ciencias de la Educación

24 de mayo de 2022

ORIGEN O ETIMOLOGÍA DE ALGUNAS PALABRAS DE ÍNDOLE EDUCATIVO.

Daniel Rueda Gómez.

A raíz de la lectura del libro “El infinito en un junco”, de la escritora Irene Vallejo (2020), se hizo evidente la línea paralela que desarrollan, durante gran parte del tiempo, la historia de los libros y la historia de la educación. 

Más allá de este hecho, uno de los temas más curiosos de su lectura es la mención, en distintos apartes de la obra, sobre el origen de ciertas palabras que, como educadores, usamos a diario. Términos como pedagogo, libro, biblioteca, cátedra, gimnasio, entre otros, son mencionados día tras día por los sonidos que generan nuestras cuerdas vocales para referirnos a personas, lugares u objetos del entorno educativo que habitamos.

Que sea el momento para recordar el origen y significado inicial de algunas de estas palabras que hoy nos resultan tan cotidianas y que Vallejo (2020) menciona en su texto.

Pedagogo: proviene de la palabra griega “paedagogus” cuyo significado en el castellano se relacionaba con el de “acompañante del niño” (Vallejo, 2020, p. 282). El concepto, hacía referencia al esclavo que las familias nobles tenían bajo su poder y cuya labor consistía en escoltar a los niños pequeños durante sus trayectos cotidianos. Por su parte, el término griego “paideia”, fue traducido al castellano para referirse a “educación o formación” (Vallejo, 2020, p.146). Resulta llamativo considerar que, al día de hoy, términos como pedagogía, pedagogo y educación se deban a la figura de un esclavo cuya única función era la de acompañar a los niños de las familias nobles.

Cátedra: procede la palabra griega “kathédra”, que significaba un asiento alto desde el cual el docente se dirigía a sus discípulos o a sus estudiantes. Desde la era de los griegos, pasando por los postulados de Comenio (1998) y en la actualidad, el docente continúa ubicado en su aula de clases dentro de un espacio que lo ubica en una posición más alta que sus estudiantes. Lo que para muchos puede resultar desconocido es que, si bien los diseños de aula siguen preservando esta posición del maestro. Hoy la cátedra guarda más relación con una clase particular de la cual se hace más referencia en ambientes universitarios que al asiento del maestro.

Gimnasio: se remonta a la palabra latina “gymnasium” que inicialmente significaba “desnudez”, pues representaba la costumbre griega de realizar ejercicios físicos, exhibiendo su cuerpo. Vallejo (2020) describe cómo, a partir de la época helenística, los gimnasios se fueron incorporando a la vida escolar y su significado se fue transformado en centros de educación con aulas y otros espacios de aprendizaje para los estudiantes.

Libro: deriva de la palabra en latín “liber”, el cual hace referencia al nombre de la corteza del árbol. A su vez, los romanos se expresaban del “liber” para hablar del misterio del bosque.  Por otra parte, los griegos llamaban “biblíon” al libro, en homenaje a la ciudad fenicia de Biblos, “famosa por la exportación de papiros” (Vallejo, 2020, p. 276). Lo curioso de la palabra griega sobre el libro, tal y como lo expresa Vallejo (2020) fue que con el paso del tiempo el término se ha ido reduciendo a un solo libro “la Biblia”.

Biblioteca: encuentra su origen en la palabra griega “bibliothéke” que era usada para describir un depósito de libros.  

Otros conceptos que no fueron objeto de la obra de Irene Vallejo (2020), pero que merecen ser parte del presente artículo son los que se describen a continuación:

Aula: la palabra viene del latín aula que, en tiempos del imperio romano, se usaba para referirse a los patios donde se llevaban a cabo distintas ceremonias. Su significado fue evolucionando hasta llegar al significado contemporáneo y ser usado para referirse a los salones de clases en colegios y universidades.

Clase: nacecon la palabra latínaclassis”,queservía para denominar a las convocatorias o llamamientos al público. Lastimosamente, en la actualidad esta expresión no tiene una relevancia tan pública como si llego a tenerla en el pasado.  

Profesor: se deriva de la palabra profeta, cuyo término responde al concepto griego de “prophetes” y del latín “professor” la cual se utiliza para la persona que quiere declarar en público. La otra palabra con la que se hacía referencia al oficio de los maestros de primaria era la de litterato que en latín significaba “el que enseña las letras” (Vallejo, 2020, p. 285).

Referencias:

Comenio, J.A. (1998). Didáctica Magna (8ª, ed.). Etorial Porrúa.

http://etimologias.dechile.net

Vallejo, I. (2020). El infinito en un junco: La invención de los libros en el mundo antiguo De Bolsillo.