Ciencias de la Educación

24 de abril de 2017

¿Qué se lee en la secundaria?

Estamos en una época en la que la lectura es un tema que interesa a gran cantidad de personas y es que desde diferentes instancias de la sociedad se discute ampliamente el devenir de la misma y los derroteros que actualmente recorre. Es una polémica incesante, tanto, como la velocidad y magnitud de su transformación. Entonces resulta válido, casi podría decirse necesario, indagar por lo que se lee en la escuela secundaria en Bogotá.

Juan Carlos Cubillos Q.

 

Estamos en una época en la que la lectura es un tema que interesa a gran cantidad de personas y es que  desde diferentes instancias de la sociedad se discute ampliamente el devenir de la misma y los derroteros que actualmente recorre. Es una polémica incesante, tanto, como la velocidad y magnitud de su transformación. Entonces resulta válido, casi podría decirse necesario, indagar por lo que se lee en la escuela secundaria en Bogotá.

Si la educación inicial, incluyendo la primaria, se encarga de sembrar los hábitos y los gustos lectores de los estudiantes, la educación secundaria, entre la que se incluye la básica secundaria y la denominada media vocacional,  es quizás la etapa donde se afianzan  las bases lectoras de las personas que enfrentarán retos adscritos a la lectura en el ámbito universitario, profesional y personal.

Dentro del marco de la investigación titulada ¿Qué se lee en la secundaria?  Aproximación al canon literario de la escuela secundaria de Bogotá, realizada como tesis de grado para la Maestría en Educación de nuestra universidad, se abordó la reflexión sobre lo que se lee en nuestra escuela. Para esto se contó con la participación de estudiantes del grado 9º en  cuatro  instituciones educativas, dos oficiales y dos del sector privado. Los hallazgos hechos en este estudio son interesantes. Por una parte, muestran la dificultad para establecer de manera clara cuáles son los criterios bajo los cuáles se decide qué es lo que se lee en las aulas de clase. Esto debido a que la categoría de canon literario no se asume desde la profunda  complejidad que conlleva, tal y como lo indica Even-Zohar (1990).

Por otro lado, no se encontró un marco teórico que permita caracterizar las decisiones tomadas por las instancias de autoridad, como jefes de área o profesores, acerca de lo que se selecciona para leer en la escuela. Esto resulta llamativo pues perfila una subjetividad en la selección de títulos que desconoce los invaluables aportes  que autores, investigaciones o estudios han realizado en este campo. Como en el currículo colombiano no hay un canon prescrito, es importante identificar las bases sobre las cuales se establece en la práctica dicho aspecto.

A partir de la Ley General de Educación (115 de 1994) surgen los Lineamientos Curriculares en Lengua Castellana, los Estándares  Básicos de Competencias del Lenguaje y el Plan Nacional de Lectura y Escritura como documentos orientadores acerca de la lectura. Sin embargo, el espíritu de transformación, innovación y la autonomía que se otorga a los docentes a partir de los mismos, no se evidencia del todo respecto a los títulos de libros solicitados para la lectura en la escuela. Existe una instrumentalización que acude a estos documentos en la que solamente son mencionados y se toman de estos los aspectos  más técnicos, perdiéndose la oportunidad de mejorar procesos relacionados con la lectura.

Uno de los aspectos más llamativos, encontrados en el curso de la investigación citada, es la nula participación de los estudiantes en la selección de los títulos de libros que son abordados  desde el plan de estudios, los planes institucionales de lectura o los listados de libros.  Lamentablemente no se considera a los estudiantes como sujetos que puedan aportar y construir en conjunto y decidir qué es lo más pertinente para ser leído en la escuela; se desconoce entonces a los protagonistas de un proceso tan vital como el de la lectura.

De la misma manera, los libros que son llevados al aula de clases de manera marginal, es decir, que no han sido solicitados por algún profesor o instancia escolar, son invisibilizados por la escuela. Aunque un 100% de los participantes en la investigación reconocen su existencia, en un número importante,  al interior de las aulas, ninguna instancia escolar los toma en cuenta. Aquí podría existir una respuesta acerca de los hábitos lectores en los jóvenes y de cómo la escuela los alienta.

Finalmente, cabe decir que caracterizar un canon literario en la escuela secundaria no es tarea fácil dadas las interdependencias y relaciones que se dan alrededor del mismo. Se necesita reflexionar sobre los criterios y las maneras como se están asumiendo títulos de libros que en últimas terminan configurando un canon institucional e incidiendo sobre las nuevas generaciones de lectores niños y adolescentes.

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Referencias

Even-Zohar, I. (1990). Teoría de los Polisistemas. Recuperado el 13 de Agosto de 2015

Ministerio de Educación Nacional. (1998). Lineamientos curriculares de Lengua castellana. Recuperado el 30 de Octubre de 2015, de Minosteroo de Educación Nacional: http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-339975_recurso_6.pdf

Ministerio de Educación Nacional. (2006). Estándares básicos de competencias del lenguaje. Recuperado el 30 de Octubre de 2015, de Ministerio de Educación Nacional: http://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-116042_archivo_pdf1.pdf

Ministerio de Educación Nacional. (2006). Plan Nacional de Lectura y Escritura. Recuperado el 30 de Octubre de 2015, de Ministerio de Educación Nacional: http://www.mineducacion.gov.co/1621/w3-article-325393.html