Ciencias de la Educación

21 de marzo de 2017

Siguiendo los pasos de Eratóstenes: La historia de las ciencias como herramienta didáctica

En las últimas décadas, la historia de las ciencias como herramienta didáctica ha sido objeto de amplias investigaciones en educación científica, como lo reportan de Hosson y Décamp (2011, p. 51), quienes a su vez, resaltan algunas de las ventajas educativas de dicha herramienta

Freddy Enrique Castro

En las últimas décadas, la historia de las ciencias como herramienta didáctica ha sido objeto de amplias investigaciones en educación científica, como lo reportan de Hosson y Décamp (2011, p. 51), quienes a su vez, resaltan algunas de las ventajas educativas de dicha herramienta:

  • Devela a los docentes las dificultades que los estudiantes pueden enfrentar al aprender ciencias (Saltiel y Viennot, 1985; Jung, 1994; Sanmarti e Izquierdo, 1995).
  • Aclara la imagen de la ciencia a los estudiantes, brindando una visión más amplia de esta (Driver et al., 1996; Solomon, 1994; Irwin, 2000).
  • Proporciona referencias sobre la construcción del conocimiento que pueden inspirar estrategias pedagógicas específicas (Matthews, 1994; Kipnis, 1993; Galili, 1996; Monk y Osborne, 1997).

    Entre las experiencias de enseñanza aprendizaje de las ciencias naturales mediadas por la historia de las ciencias, encontramos una secuencia didáctica basada en la narrativa de Cleomedes alrededor de cómo el científico griego Eratóstenes dedujo la esfericidad de la Tierra, determinó que los rayos solares inciden sobre nuestro planeta de forma paralela y midió la circunferencia terrestre. Todo esto empleando una técnica que se valía de un par de obeliscos ubicados en dos ciudades de Egipto, las sombras que dichos obeliscos producían y matemática básica. Es así, que esta experiencia educativa publicada en el año 2000 por la fundación La main à la pâte, se ha desarrollado en múltiples versiones a lo largo y ancho del mundo. Principalmente, por los beneficios educativos que brinda en cuanto a formación científica y a que esta secuencia didáctica se puede desarrollar empleando pocos recursos, como lo son: pegamento o cinta pegante, un par de cerillas o palillos que se emplearán para simular dos obeliscos, un mapa de Egipto pegado sobre una base acartonada y luz solar.

    Dicha secuencia, denominada “Siguiendo los pasos de Eratóstenes” puede implementarse con estudiantes de primaria o secundaria, dependiendo del grado de “formalismo” matemático y geométrico con que se desee desarrollar la experiencia. Así mismo, esta propuesta permite trabajar conceptos como los solsticios, meridianos, el mediodía solar, las sombras, la propagación rectilínea de la luz, los ángulos alternos iguales, entre otros.

    Pues bien, la secuencia didáctica inicia presentando a los estudiantes el siguiente fragmento histórico:  

“¿Sabíais vosotros que hace mucho tiempo, en Egipto, un papiro le llamó la atención a un tal Eratóstenes, que por aquel entonces era director de la Gran Biblioteca de una ciudad llamada Alejandría, al borde del Mediterráneo? El papiro explicaba que, el primer día del verano, o sea el 21 de junio, y a la hora del mediodía al sol, un palo vertical no proyectaba ninguna sombra sobre el suelo. Eso ocurría muy lejos de Alejandría, en línea recta hacia el sur, en una ciudad llamada Siena, que es la actual Asuán. Eratóstenes observó, por su parte, que en Alejandría, también el 21 de junio y a la misma hora, un palo vertical sí proyectaba una sombra, aunque ésta era relativamente corta. ¿Qué misterio era ése? No vamos a daros ahora la clave sino invitarlos a descubrirla por vosotros mismos, eso os hará viajar muy lejos…, como a Eratóstenes. ¡La clave del misterio os permitirá nada menos que medir la circunferencia de la Tierra!” (La main à la pâte, s.f., p. 27)

    De este modo, se motivará a los estudiantes a plantear propuestas que permitan explicar el fenómeno descrito y plasmarlas mediante dibujos. Luego se simulará el fenómeno empleando el mapa y los “obeliscos” al sol de mediodía, para luego socializar cómo se consiguió que en Alejandría hubiese sombra, mientras que en Siena no. Finalmente, se propondrán una serie de retos que involucran al estudiante en redescubrir la ciencia, promoviendo una imagen más apropiada de esta (de Hosson y Décamp, 2011).

    Cabe aclarar que emplear la historia de Eratóstenes como herramienta didáctica, implica hacer una lectura pedagógicamente orientada de su descubrimiento. Dicha lectura estará guiada por lo que sabemos acerca de las ideas de los estudiantes acerca de la luz, sobre la forma de la Tierra, etc. Pues, para Eratóstenes el paralelismo de los rayos del sol fueron su hipótesis, y su descubrimiento fue la esfericidad de la Tierra, mientras que para los estudiantes, su hipótesis será la esfericidad de la Tierra y su descubrimiento será el paralelismo de los rayos del sol (de Hosson y Décamp, 2011).

    A continuación, se encuentran los vínculos de la secuencia didáctica completa para ser consultada:

Versión traducida al español: http://docplayer.es/docview/29/13838768/#file=/storage/29/13838768/13838768.pdf

Versión original en francés: http://www.fondation-lamap.org/sites/default/files/upload/media/minisites/projet_eratosthene/enseignants/eratos_module.pdf

La biblioteca de Eratóstenes, ejemplos de experiencias en todo el planeta: http://perbosc.eratosnoon.free.fr/?lang=es

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Referencias.

  • de Hosson, C. & Décamp, N. (2011). Learning physics from elements of history of science. Grand N n° 87, 2011, pp. 52-60. Recuperado de http://rukautestu.vin.bg.ac.rs/inquiry/pdf/7%20deHosson.52-59.pdf
  • La main à la pâte, (s.f.), Introducción pedagógica al módulo “Siguiendo los pasos de Eratóstenes” [traducido al español de introduction au module Eratosthène]. Recuperado de http://docplayer.es/docview/29/13838768/#file=/storage/29/13838768/13838768.pdf