15 de julio de 2024
Una mirada pedagógica a la evaluación docente para cuestionar-nos
Lorena Ayala Santos
Pedagoga- Universidad Pedagógica Nacional
Estudiante de Maestría en Evaluación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación- Universidad Externado de Colombia
“…hay que admitir que lo normal en educación, es que la cosa no funcione: que el otro se resista, se esconda o se rebele. Lo normal es que la persona que se construye frente a nosotros no se deje llevar o incluso se nos oponga, a veces, simplemente para recordarnos que no es un objeto en construcción sino un sujeto que se construye”. Philippe Meirieu
Reflexionar sobre los cambios en la evaluación de los docentes en Colombia implica examinar tanto la Constitución Política de 1991 como la Ley 115 de 1994. Estos marcos legales establecen los mecanismos reguladores que han dado forma a la evaluación docente y su papel en la educación colombiana durante las últimas tres décadas. El artículo 125 de la Constitución aborda aspectos fundamentales de la carrera docente, como el ingreso, el retiro, el ascenso y los méritos de los profesores del país; por otro lado, la Ley 115, en su artículo 80, autoriza la creación de un Sistema Nacional de Evaluación de la Educación, cuya función es supervisar la calidad educativa y garantizar el cumplimiento de los objetivos educativos asegurando la formación integral de los estudiantes. Este sistema evalúa diversos aspectos que pasan por el lugar de los métodos pedagógicos (los materiales lúdicos y didácticos), el desempeño docente, la calidad en la enseñanza y los logros de los estudiantes. La evaluación docente está relacionada con la calidad de la educación a través de los resultados de los estudiantes en exámenes estandarizados a nacionales e internacionales.
La excelencia docente implica que tanto la sociedad como todos los actores involucrados en la formación de maestros sientan la presión de lograr un profesor efectivo; este maestro efectivo es aquel que contribuye al aprendizaje de los estudiantes, medido en función de su desempeño en pruebas estandarizadas. La evaluación docente exige efectividad y valora este aspecto por encima de otras consideraciones, con el objetivo específico de mejorar el aprendizaje de los estudiantes.
Actualmente, se considera prioritario mejorar los sistemas de selección, formación y evaluación de los docentes para superar la baja calidad de la enseñanza. No obstante, la calidad educativa ha pasado a un segundo plano, puesto que está asociada a múltiples factores como el lugar de la pedagogía, de la formación, del currículo, de la relación tríadica docente – estudiante – saber, de la relación dual enseñanza-aprendizaje, la participación de la comunidad educativa, la formación continua de los docentes, las metodologías de evaluación implementadas, la articulación entre niveles de formación, la infraestructura institucional, las perspectivas y modelos pedagógicos, los fundamentos legales, entre otros.
En Colombia, la Ley 115 de Educación establece los lineamientos para la evaluación docente que se enfoca en el diagnóstico formativo. Este enfoque busca identificar tanto las fortalezas como las debilidades de los docentes, con el propósito de implementar planes de mejora y desarrollo profesional. La Evaluación de Carácter Diagnóstico Formativo (ECDF) en Colombia enfrenta desafíos que afectan su efectividad y pertinencia en el ámbito educativo. Estos desafíos incluyen la aplicación y retroalimentación deficientes, el enfoque en el ascenso salarial en detrimento de la reflexión docente, bajos índices de aprobación, falta de seguimiento y la necesidad de indagar más sobre la percepción de los docentes. A pesar de esto, la ECDF se basa en la idea de que la evaluación no debe ser punitiva, sino un instrumento para el crecimiento y desarrollo profesional. De igual forma, se centra en identificar las fortalezas y debilidades de los docentes, permitiendo diseñar planes personalizados de mejora y desarrollo.
La Ley de Educación establece que la evaluación docente debe ser un proceso constante y sistemático que involucre a docentes, directivos y estudiantes. Esta evaluación debe ser objetiva, transparente y justa, considerando los logros y desempeños de los docentes en áreas como la planificación, la enseñanza, la evaluación y el liderazgo. Además, se espera que la evaluación sea un proceso participativo, en el que los docentes identifiquen sus fortalezas y debilidades y participen en la implementación de planes de mejora y desarrollo profesional.
En la situación actual, se está debatiendo nuevamente si se debe mantener la ECDF o si se debe retomar la evaluación de competencias como método para determinar las mejoras en cuanto a la reubicación o el ascenso en el escalafón docente en el país. El objetivo es regular los procesos que definen la idoneidad pedagógica de los docentes y directivos docentes.
A partir de esto, se pueden identificar tres perspectivas problemáticas: la relación entre la calidad de la educación, el crecimiento económico y la competitividad. Esta relación lleva a considerar la excelencia docente y su impacto en el aprendizaje, así como la importancia de observar el desempeño de los docentes en el aula; la relación entre la evaluación y la lógica de seguimiento y rendición de cuentas ante padres y comunidades; y, la relación entre la regulación del gasto en educación, la inversión pertinente en capacitación y la disponibilidad de información sobre el desempeño de los docentes.
Estos elementos ayudan a comprender que la evaluación se presenta como un dispositivo que combina competencias (lo deseable), medición (observable en el aula y en los resultados de los estudiantes), instrumentación técnica y efectos concretos de reconocimiento e incentivos (tanto simbólicos como financieros) para los docentes destacados. Sin embargo, esta lógica encasilla la profesión docente en enfoques centrados en la medición, los resultados y los beneficios, alejándose de aspectos pedagógicos o interpretaciones más amplias de lo que implica la práctica docente o las estrategias de enseñanza efectivas.
Por ello, es crucial reconocer a los docentes como sujetos con conocimientos y experiencia, y tener en cuenta las implicaciones de la formación continua para los maestros en ejercicio. Shulman (Citado en De Tezanos, 2010) “enfatiza como lo propio de los docentes la relación entre lo pedagógico y lo disciplinario, ya que es aquí donde se concretiza la enseñanza.” (p. 21). Se plantea la necesidad de repensar la evaluación docente en Colombia, especialmente, a raíz de los cambios introducidos en el proceso de ascenso, resultado de la negociación sindical de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE) con el Gobierno Nacional en 2023. Estos cambios parecen tensionar aún más las lógicas de la evaluación docente. Se ha eliminado la realización de cursos, manteniendo la evaluación para el ascenso o la reubicación en el escalafón docente, como se evidencia en la Resolución 025629 del 29 de diciembre de 2023 (MEN, 2023). concebida como un
[…] proceso de reflexión e indagación destinado a identificar las condiciones, aciertos y necesidades en el trabajo de los docentes de aula, directivos docentes, directivos sindicales, docentes tutores y orientadores. El objetivo es incidir positivamente en la transformación de la práctica educativa pedagógica, el mejoramiento continuo y las condiciones de trabajo, favoreciendo los avances en los procesos pedagógicos y educativos en el establecimiento educativo. (Art. 7)
Se establece que la evaluación “tendrá un enfoque cualitativo centrado en la valoración de la experiencia y la labor del educador en el aula o en otros escenarios donde se evidencie su capacidad de interactuar con los actores de la comunidad educativa. Esta valoración considera las características y condiciones del contexto en el que se desempeña el educador”. (Art. 7)
Además, se ampliaron los instrumentos de evaluación a cinco: prueba pedagógica, autoevaluación del desempeño, valoración de experiencia, valoración de zona de desempeño y valoración de movimientos en el escalafón docente. (Art. 8)
Con lo anterior, surgen preguntas que invitan a reflexionar sobre la evaluación docente en Colombia, ¿cómo y por qué se ha llegado a este punto?, ¿cuáles han sido las razones para atribuir la máxima responsabilidad de la calidad de la educación a los docentes?, ¿cómo la evaluación de los docentes se ha convertido en el elemento clave para abordar la calidad educativa, especialmente en términos de los buenos resultados en pruebas locales y globales? La idea de que un docente excelente es un maestro efectivo permite preguntarse por, ¿cuál es el lugar de los docentes en la política pública y en la normativa vigente?
Es fundamental considerar que la organización del sector educativo es el resultado de la consagración institucional y la nominación legal de las diversas dimensiones que involucran la educación y su función pública. La formalización, sistematización, profesionalización, formación y estatuto docente responden a una lógica de estructuración y racionalización de los aspectos educativos. Por lo tanto, es crucial establecer conexiones entre las formulaciones de política y las comunidades académicas, como lo plantea el académico Ortiz y Rey (2022), al afirmar que:
Es innegable que al ser la ECDF una prueba regulada por el Estado, su configuración depende de las políticas públicas que se tracen, lo que claramente revela dificultades desde la base de los principios, los criterios y las características que debe ostentar la evaluación docente, tal como se analiza y plantea desde diferentes autores, internacionales y nacionales, entre ellos, Scriven (1988), Montenegro (2003), Callejas (2003), Levin (2012), Murillo (2014), Dimaté et al. (2017), Santos-Guerra (2018) y Álvarez (2018), para que esta sea realmente diagnóstica, formativa, integral, sistemática, flexible, etc. (p. 240)
De hecho, la política pública expresada en planes de desarrollo, sectoriales y legislación se centra en destacar esta relación causal, y es clave impulsar la reflexión sobre la práctica pedagógica, el analizar los resultados de la ECDF (para ascenso y reubicación), los acuerdos entre FECODE y el MEN; que puede proporcionar ideas valiosas para proponer mejoras que fortalezcan la relevancia de la evaluación docente. Esta colaboración puede enriquecer el proceso evaluativo y garantizar su alineación con los objetivos educativos y las realidades de las instituciones. Sobre todo, atendiendo a la implicación del ser docente, que exige, “una actividad reflexiva y artística en la que, en todo caso, se incluyen algunas aplicaciones técnicas” (Domingo, 2013, p. 1).
En virtud de todo lo anterior, se puede decir que, abordar los desafíos que enfrenta la ECDF en Colombia y mejorar su pertinencia en diferentes contextos educativos, requiere un enfoque integral que promueva la innovación, la reflexión, la flexibilidad, el trabajo en equipo y la formación continua de los educadores. Estas estrategias pueden contribuir significativamente a fortalecer la evaluación docente como parte fundamental para la educación en el país. Finalmente, surge otra pregunta: ¿qué es posible decir hoy, en el siglo XXI sobre educación, evaluación y el lugar del maestro? De hecho, el permitirse pensar históricamente los fenómenos educativos, entre ellos, el lugar del maestro, la evaluación y la pedagogía es estudiar la historia de las ideas, y aunque no convierte en un educador, pedagogo o evaluador, da muchas herramientas para serlo.
Referencias Bibliográficas
Congreso de la República de Colombia. (2015, 9 de junio). Ley 1753, por la cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 Todos por un Nuevo País. https://colaboracion.dnp.gov.co/cDT/Normograma/Ley%201753%20de%202015.pdf
Congreso de la República de Colombia. (1994). Ley 115 de 1994. Por la cual se expide la Ley General de Educación. https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma_pdf.php?i=292
Constitución Política de Colombia [Const]. (7 de julio de 1991). Colombia.
Domingo Roget, A. (2013). Práctica reflexiva para docentes. De la reflexión ocasional a la reflexión metodológica. Saarbrücken (Alemania): Publicia. RELAdEI. Revista Latinoamericana De Educación Infantil, 2(3), 277-278. Recuperado a partir de https://revistas.usc.gal/index.php/reladei/article/view/4705
Ministerio de Educación Nacional. (2023). Resolución 025624 del 29 de diciembre de 2023. [En línea]. Resolución 025624 del 29 de diciembre de 2023 | Ministerio de Educación Nacional (mineducacion.gov.co)
Ministerio de Educación Nacional. (2018). Evaluación de Carácter Diagnóstico Formativa 2018-2019 [PDF]. Recuperado de https://www.mineducacion.gov.co/1759/articles-381664_Instructivo_para_atender_situaciones_administrativas_de_los_educadores_que_participan_en_la_ECDF.pdf
Meirieu, P. (1998). Frankenstein Educador. Laertes
Ortiz, A., & Rey, E. (2022). La evaluación docente en Colombia: Aciertos y desaciertos en su implementación. Recuperado de https://www.researchgate.net/publication/364356253_La_Evaluacion_Docente_en_Colombia_aciertos_y_desaciertos_en_su_implementacion
Tezanos, A. de. (2010). La formación de educadores y la calidad de la educación. Revista Educación Y Pedagogía, 7(14-15), 36–65. https://revistas.udea.edu.co/index.php/revistaeyp/article/view/5579